lunes, 4 de julio de 2011

1914


Responde sol oscuro
mis deberes, las clases, los poemas.
Aprovecho la hora del almuerzo
desde lo más profundo del sepulcro.

Mi posición es ésta :
Todo poeta que se estime a sí mismo
sube las escaleras imaginarias
en lugares y tiempos imaginarios.

Baja a la boca del ídolo azteca
De mejillas escuálidas
Flaco de nacimiento
¡Un embutido de ángel y bestia!

Si he de conceder crédito a lo dicho,
nada más que palabras y palabras,
debo creer, sin vacilar un punto,
y eso que soy persona de energía.


Ha llegado la hora de retirarse,
creo que moriré de poesía,
les deseo toda clase de parabienes,
como todas las cosas de la vida.

Esta es nuestra última palabra.
Nosotros sostenemos,
nosotros conversamos,
nosotros repudiamos!

Hay que decir las cosas como son:
Nosotros condenamos,
nosotros oponemos!
Tengo derecho a un último deseo:

¿valdrá la pena jugarse
la vida por una idea
que puede resultar falsa?
claro que vale la pena!

Que Dios nos libre de los comerciantes!
no queremos estatuas personales;
si todavía sigue siendo Dios...
que también nos libre de nosotros mismos!

Yo me muero de rabia.
Yo digo una cosa por otra.
Yo soy un tipo ridículo.
Yo no tengo remedio.

Yo soy el Individuo.
Yo soy el Individuo.
Yo soy el Individuo.
Yo soy el Individuo.

Un bromista sangriento,
deliberadamente miserable,
Un sacerdote que no cree en nada,
Un pequeño burgués.

Ya no me queda nada por decir,
sólo nos va quedando el mañana...
La tempestad si no es sublime aburre,
Hasta cuándo posar de inteligente?

(Homenaje a Nicanor Parra)

No hay comentarios:

Publicar un comentario